Nuevamente ha salido en Prensa y nuevamente lo ha publicitado Valencina Habitable. Se trata de una cuestión sobre la que, de tiempo en tiempo, se va a seguir queriendo hacer polémica. El protagonista: alguien a quien nunca se nombra.
En la noticia de Prensa se habla siempre de un “ciudadano” presuntamente desconocido que es quien ha estado haciendo denuncias y polemizando sobre esta cuestión. También alguien ha intentado tumbar el Reglamento de Funcionarios en varias ocasiones. También alguien ha procurado que varios miembros y ex miembros del Ayuntamiento fueran declarados culpables de algo. Ese sigue ocultando su identidad cuando sale a la Prensa.
Son múltiples las denuncias y demandas que se han puesto contra el Ayuntamiento, por esto del Reglamento, pero nunca han prosperado porque no han sido puestas de buena fe y porque no se ha dicho la verdad. Siempre ha sido refrendad la actuación del Ayuntamiento por los juzgados y por las administraciones, ya que han rechazado esas denuncias. Agotados todos los intentos judiciales, desde 2008, el desconocido sigue buscando por donde continuar sus ataques, ha encontrado al Defensor del Pueblo.
No es cierto que desde el Ayuntamiento no se haya contestado al Defensor del Pueblo. Se ha explicado que se está negociando un nuevo Reglamento y que los ataques del desconocido están estorbando mucho en la negociación colectiva. No es cierto que la Delegación del Gobierno no conozca el Reglamento de Funcionarios de 2003; sobre todo porque también un desconocido se lo ha hecho conocer varias veces. Tampoco es cierto que no esté en vigor el Reglamento de Funcionarios, porque se aplica, porque afecta a los presupuestos municipales de todos los años y porque la publicación es una formalidad que lo le resta valor al acuerdo.
Todas estas cuestiones se le han explicado al Defensor del Pueblo, pero la insistencia de un desconocido, lleva a que esa Institución continúe con una cuestión como ésta que ya está más que resuelta.
Los órganos que tienen entre sus competencias velar porque se cumpla la legalidad ya han intervenido, tras las numerosas denuncias de desconocidos. El resultado ha sido que se puede seguir aplicando, sin ningún problema, ese Reglamento de 2003 hasta que la negociación colectiva alcance un nuevo acuerdo que sustituya al anterior, algo que, en tiempos de crisis, es más difícil que en otros momentos. Los defectos que tenía el Reglamento de 1999 ya no los tiene el de 2003 porque ha cambiado la Ley y porque se aplica de acuerdo con la Ley. Esto es lo que no se quiere entender para seguir pleiteando.
La negociación no ha terminado y en ese sentido se está respondiendo otra vez al Defensor del Pueblo. Sin embargo, la insistencia y la persistencia de los desconocidos hace el ruido estridente y crea alarmismos. Sólo por esa especie de éxito personal que puede suponer crear dificultades, y dar trabajo gratuito al gobierno municipal y a todo el Ayuntamiento. Los esfuerzos se han de dedicar a construir y no a poner zancadillas.A una Institución tan respetable como el Defensor del Pueblo debe acudirse cuando realmente existe una indefensión del ciudadano, no cuando se está en pugna con una Administración y se han perdido todas las batallas a lo largo de varios años.
Sirva todo esto de amonestación a quienes no actúan de buena fe y no respetan la voluntad del Pueblo, sintiéndose el ombligo del mundo.
