El portavoz del PP en el Congreso
de los Diputados, cuasi portavoz del Gobierno, ha señalado que ve bien que se
prorrogue la ayuda de los 400 euros. Por supuesto, ha aprovechado para
despotricar contra el PSOE, en el mismo sentido que otros insignes del PP han
señalado días atrás. Se ha oído decir en el PP que esa es una ayuda para “los
parados del PSOE”. Ahora se oye al portavoz del PP decir que el PSOE es pura
demagogia y, por eso, ha estado instando al gobierno del PP a aprobar la
continuidad de esa ayuda en un consejo de ministros extraordinario.
Si nos quedamos aquí, sólo en el
relato, a cualquiera se le puede venir a la boca cualquier exabrupto, como
reacción casi involuntaria ante tamañas desconsideraciones, falsedades, falta
de respeto, etc.. Pero no nos vamos a permitir reacciones únicamente animosas,
sino que debemos destapar qué hay en este PP y en esta gente del PP que hace
manifestaciones, en algunos casos como éste, que sí que son involuntarias, que
se les escapan, que muestran el verdadero monstruo que se disfraza de
demócrata.
“Los parados de Zapatero” o “Los
parados del PSOE”, que pare el caso es lo mismo. Para el PP los parados no son
ciudadanos o ciudadanas, sino del PSOE o de Zapatero. Y, como tales, el PP entiende
que esos ciudadanos o ciudadanas merecen el desprecio y el abandono del que
entienden merecedor al PSOE o a Zapatero. Los parados son un estorbo para el
PP; entre otras cosas porque van a tener que darles dinero (como si fuera un
premio).
El PSOE no siempre acierta, como
no siempre ha acertado Zapatero y no siempre acierta todo el mundo. Hay que
partir de este reconocimiento para hacer más afirmaciones. Los parados son
españoles y españolas, en algunos casos, del PSOE, en otros del PP, en otros de
otras fuerzas políticas y, en otros, ajenos a cualquier opción política. Los
parados se definen por ser personas que han perdido el empleo y que pasan por
una situación más que angustiosa en esta crisis. Son parados, son desempleados,
no son indeseables ni vagos, ni enemigos políticos de nadie. Es más, la
prioridad de un desempleado/a no es el apoyo a una fuerza política, sino su
familia y su vivir día a día. El portavoz del PP condiciona la extensión de la
ayuda de 400 euros a que el presupuesto pueda soportarlo, pues bien, si el
presupuesto puede soportar tantos recortes y tantas subidas de impuestos,
imprevistas por no estar incluidas en el programa electoral del PP que se
creyeron sus votantes, otra maniobra presupuestaria se puede llevar a cabo no
para atender necesidades de las entidades financieras, sino para atender
necesidades primarias, para impedir que los españoles y españolas pasen hambre
y otras necesidades básicas. Sí, señores del PP: sí hay presupuesto para dar de
comer al hambriento. Un poco de sensibilidad les haría humanos y llegando ahí,
aunque con mucho esfuerzo, podrían llegar a tener vergüenza. Sólo desde la vergüenza
y desde el respeto serán dignos.
El PSOE ha iniciado una campaña
entre ciudadanos y ciudadanas, de cara a romper el silencio del PP respecto de
la ayuda de 400 euros. Sólo cuando el PP ha advertido que el hambre puede con
cualquier cosa, ha aparcado su coraza de mayoría absoluta, para seguir en paz. Pero
eso no es suficiente. Empiecen el camino de vuelta, empezando por estudiarse su
propio programa electoral, para después ser capaces de sostener la mirada a los
ciudadanos y ciudadanas, sin olvidarse de que están ahí representándonos a
todas y a todos, no porque ustedes sean infalibles, ni más listos, ni más
inteligentes, ni más hábiles, ni más honrados, ni más brillantes, ni más
transparentes, ni más democráticos.