Si la acción de gobierno que el PP está ejerciendo ahora es responsable, lo irresponsable ha sido prometer lo imposible y, en consecuencia, engañar. Si la rapidez de las medidas responde al estudio de la situación, no es previsible que el PP haya estudiado tan a fondo en unos pocos días, como para no tomar medidas improvisadas. En buena lógica, serán los funcionarios de más nivel, en cada Ministerio, quienes han ofrecido una solución al PP, pero no una vez que han detentado el gobierno, ni siquiera después de las elecciones generales, sino antes, desde hace bastantes meses, en que se presagiaba la caída del gobierno socialista.
Por tanto, lo de la campaña electoral fue un teatro y ahora nos va a ir la cosa de película. El PP lo arregla todo desdiciéndose, cargando culpas contra lo anterior y anunciando que las medidas que se toman son “temporales” y por eso, quizá, menos dañinas. Todo es temporal en esta vida, incluso la vida misma. Esperemos que temporal sea la crisis, más que las medidas que se toman y que temporal, y por el mínimo tiempo posible, sea el PP el partido que detente el gobierno y la mayoría absoluta en el Congreso.
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