El pasado martes se celebró una Comisión Informativa en el Ayuntamiento, en la que entre otros puntos, el Alcalde dio conocimiento de la sentencia del ERE sobre la que tanto se ha estado pregonando en las últimas fechas. Es de lamentar que desde IU de Valencina se haya declarado a la Prensa que la Alcaldía no diera información sobre ello, ya que, en el momento de hacer esas declaraciones, estaba convocada ya la Comisión Informativa y se tenía conocimiento de que se iba a tratar sobre esta cuestión. No hay ocultación de ninguna clase y sí es de reprochar que cuestiones tan serias como ésa se empleen para hacer demagogia.
Asimismo, la valoración que IU ha llevado a cabo respecto de la motivación de la sentencia se aleja de la realidad. En este caso, IU debe haber escogido las razones por las que el Sindicato UGT se posicionó en contra del ERE; pero la sentencia no considera dichas razones en su totalidad, ni siquiera en su mayor parte, sino que se apoya en un informe que, dentro del procedimiento administrativo del ERE, realizó una inspectora de trabajo.
La sentencia es recurrible y hay motivos para el recurso, ya que entra en valoraciones contradictorias y da por probados hechos que no han sido objeto de prueba, así como entra a valorar cuestiones como la suficiencia del Plan de Saneamiento que justificaba el ERE, poniéndolo en cuestión, cuando el acuerdo de Pleno que aprobó dicho Plan de Saneamiento es firme y no puede ser analizado por el Juzgado.
No obstante, los motivos de peso para poder recurrir la sentencia, así como la necesidad ineludible de reducir los gastos de personal, son incuestionables. Un problema que intentaba resolver un Plan de Saneamiento en 2008 no se pudo resolver y, después de la crisis particular en que metieron al Ayuntamiento de Valencina, PSIV y PP en su coalición de gobierno y sus convenios urbanísticos, llegó la crisis general, tanto en su vertiente estatal como en la internacional. Hoy sigue siendo necesario un Plan de Saneamiento y sigue siendo necesario reducir los gastos de personal. Para ello, igual que se hizo en 2008, se está negociando con los sindicatos. Hay conciencia plena del desequilibrio económico existente, que afecta a todos los ayuntamientos y, obviamente, también al de Valencina.
A propuesta de IU el pleno acordó el desistimiento del ERE. Dicho desistimiento se comunicó al Juzgado y, como consecuencia de ello, no debió haberse dictado la sentencia, porque con el desistimiento se debería haber concluido el procedimiento judicial. En este sentido, la sentencia existe pero para su validez debería ser rechazado el desistimiento. En cualquier caso, el PSOE, respetando el acuerdo mayoritario del Pleno sobre ese desistimiento, entiende que no debe recurrirse la sentencia, dejando que este procedimiento concluya ahora.
Esa respuesta le ha sido transmitida ya a IU, que, en lugar de hacer preguntas directamente al Alcalde, o al gobierno municipal, escribe esas preguntas en la Prensa. El desasosiego que pudieran sufrir algunos trabajadores municipales sobre el futuro del ERE les llega más por la salida a prensa de IU que por la tardanza en tres o cuatro días en dar la información sobre la sentencia en la Comisión Informativa, siguiendo los cauces normales de funcionamiento democrático.
Por último, indicar que es injusto, además de demagógico y malintencionado, presentar a un PSOE favorable a un ERE. El ERE era el instrumento legal, que permitía negociación con los representantes de los trabajadores, para reducir los gastos de personal, gastos que debían reducirse porque eran los más elevados del Presupuesto. Con el Plan de Saneamiento de 2008 se redujeron más gastos, no sólo los de personal, y se incrementaron los ingresos con subidas de impuestos. Como no se pudieron reducir los gastos de personal, la situación económica del Ayuntamiento no ha mejorado lo suficiente, a pesar de una magnífica gestión económica que logró mantener los servicios municipales, incluso incrementarlos algo, con menor coste.
Y todo ello es algo conocido por IU como por las demás fuerzas políticas, además de demostrable documentalmente. Pero –como siempre- se trata de emplear lo lamentable (el ERE) para desprestigio político, dejando de reconocer todo lo demás. Hoy en día, las medidas de recorte del gasto en las administraciones públicas son algo asumido. Ningún gobierno se alegra de tener que tomar medidas traumáticas e impopulares, pero no por ello ha de anteponer objetivos electorales a la mejor administración de los recursos públicos.